2.7.1.8.6. Elección del paso geométrico para una hélice de paso regulable

Cuando construimos una hélice de paso regulable, debemos adoptar para ambas palas un paso geométrico determinado. Elegiremos entonces un paso relativo a/D que se ubique en promedio des los pasos más corrientes usados en esta categoría, que de acuerdo a la experiencia se sitúan entre 1,3 y 1,7. Adoptamos entonces el paso relativo 1,5.

La razón de esta medida es la siguiente : el paso de una hélice define el alabeo de sus palas, esto es, que el paso relativo de cada una de las secciones ue la misma aumenta a medida que se acerca al centro de la hélice, según una relación determinada. Cuando giramos las palas para un lado y otro para aumentar o disminuir el paso de la hélice, el alabeo, obviamente permanece incambiado y en consecuencia ya no será perfectamente coherente con el nuevo paso adoptado. Este hecho significa una cierta pérdida de eficiencia en el funcionamiento de la hélice y será tanto mayor cuanto más nos alejamos del paso original de la pala.

No obstante esta pérdida de eficiencia, en la práctica, nos vemos ampliamente recompensados por otros beneficios.

2.7.1.8.7. Regulación de las palas

Supongamos que tenemos instalada en un modelo que pesa 10 gramos, una goma motor consistente en 2 hebras de 2.7 x 1 mm y una hélice regulada al paso relativo de 1.5. Es probable que el modelo trepe excesivamente rápido pegando en el techo que suponemos a 8 m.

Si aumentamos el paso relativo a 1.7 sin cambiar el motor, la hélice girará más lentamente pues aumentará la resistencia al giro. Este enlentecimiento de la rotación impedirá que la velocidad aumente por efecto del mayor paso absoluto. Por otra parte es probable que la pala acometa ahora a la corriente de aire relativo con una mayor incidencia (fig. 37) lo que generará una mayor tracción que compensará en algo la pérdida de velocidad de giro de las palas. Como vemos, lo que sucede cuando cambiamos el paso de las palas, es algo muy complejo e imposible de calcular, máxime si se tiene en cuenta que un motor de goma nos suministra un torque constantemente variable y decreciente a lo largo del vuelo.

Pero lo que nos interesa es el resultado que obtenemos : seguramente el modelo trepará ahora mas suavemente, no tocará el techo y como la hélice gira a menos revoluciones por segundo tardará más en consumir la energía acumulada en el motor, con lo que obtendremos un vuelo más prolongado.

Supongamos ahora que el mismo modelo está equipado con un motor de 2 hebras de 2.4 x 1 mm y una hélice regulada también a un paso relativo de 1.5. Es probable que el modelo se encuentre sub potenciado, y no trepe nada, limitándose a hacer un vuelo descendente. Al modelo le falta "velocidad" para el paso que tiene, por falta de "torque" o de potencia en la goma. En estas condiciones las palas acometen a la corriente de aire relativo (fig.37) con una incidencia muy grande y le ocurre lo mismo que a un ala :

Ulises Alvarez