1. INTRODUCCION

El Peanut Scale, es dentro del aeromodelismo, y en cierto sentido, una modalidad tan antigua como el "Maquetismo". Sólo que a este hobby tan antigua, se incorpora en épocas relativamente cercana, una exigencia, para muchos insólita : las maquetes deben volar. Pero no se trata ya de un pequeño salto de la mano al suelo. Se trata de un auténtico vuelo, cuya duración puede competir con la de los mejores exponentes del vuelo libre de exteriores.

Y téngase en cuenta que en esta categoría no se cuenta con la colaboración de las "térmicas ascendente".

No es cosa sencilla ; pero sí es cierto que los Monstruos Sagrados del Peanut Scale hacen hoy vuelos cercanos a los 2 minutos... en interiores, por supuesto.

Como es de suponer, estas performances sólo se pueden alcanzar con pesos ultralivianos, del orden de 3 gramos para envergaduras de 33 cm.

Pero a no ilusionarse mucho los optimistas, ni desmoralizarse los otros. Para un iniciado, un vuelo de 15 o 20 segundos, es un buen comienzo, que hace suponer que en el tercer o cuarto modelo podrá llegar a los 50 segundos, siempre que se aprenda la lección en cada experiencia.

Según Bill Hannan, un distinguido cultor de esta categoría del aeromodelismo, autor del interesante libro titulado "Peanut Power", el concepto original de esta modalidad, es atribuida a Dave Stott, un profesional de la construcción de modelos de Bridgeport CT y Robert Sand Thompson, un profesor de enseñanza y apasionado aeromodelista de Roxbury CT.

Aunque la idea original de estos aeromodelistas fue la de crear un "pasatiempo" o una "diversión" sin mayores proyecciones, la rápida difusión internacional de la modalidad, la proliferación de concursos y el espíritu de competencia y superación de sus diletantes, ha transformado la mera diversión, en algo más serio y elaborado : en un verdadero arte, con una técnica muy depurada y refinada, que lo diferencia marcadamente de las otras ramas tradicionales del aeromodelismo.

Concretando : Peanut Scale, o Cacahuetes en francés, consiste en maquetes de aviones reales, construidos a escala, de no más de 33 cm de envergadura o 23 cm de longitud, impulsados por motor a goma, que vuelan preferentemente en espacios cerrados, a velocidades de 1 a 2m por segundo, ascendiendo en espirales de 10 a 20 m de diámetro, hasta alturas de 8 a 16 m (según el local disponible), para descender en espirales similares y aterrizar.

La pequeña dimensión de estos modelos, predispone a los observadores inadvertidos a subestimarlos. A no confundirse... El hecho de que un niño de diez años pueda construir un cacahuete con posibilidades de que vuele, no excluye el hecho de que los especialistas tengan un campo ilimitado para desarrollar las técnicas más sofisticadas y el empleo de los conocimientos más profundos de las leyes aerodinámicas.

Ulises Alvarez